jueves, 25 de enero de 2018

El cuento de Papá elfo

Hace unos días, se hizo un concurso en la pagina del Portal del Escritor este constaba en escribir un relato. El premio era un curso online de escritura y otras cosas, puedes ver los ganadores aquí. Yo participe, no gane, pero ame escribir la historia. Lo hice en un día, apurada, y con una alergia a mil, ahora que lo leo se que tiene algunos detalles, pero de todas maneras se los voy a presentar. 

La idea tenía que ser tomada de una aplicación muy interesante, se llama Portal del Escritor, donde se dan consejos, genera ideas, tiene una comunidad, entre otros artículos. Yo escogí el genero de fantasía, aquí la idea de la historia que me genero: "En una inmensa ciudadela viva, que crece cada día, bajo el asedio de unas sirenas hechiceras, un elfo con sed de venganza decide romper con su familia y tradiciones por amor."

Bueno es muy loca la idea, al final con tanto trajín no le puse titulo al relato, hasta ahora que lo titule: El cuento de Papá elfo


Así estuve todo el día. (imagen de aquí)

Relato: El cuento de Papá elfo

Mi mundo siempre había sido pequeño aunque creciera cada día. Las tradiciones familiares dictaban que teníamos que ofrecer humanos, criados en el bosque para las sirenas, solo ellos podían acercarse. Nosotros teníamos la ciudadela encima del mar, llena de árboles y un bosque eterno en el que no entraba nadie. Desde niño odiaba esa estúpida tradición, hasta que me tocó llevarla acabo. Tres elfos y yo comenzamos la larga caminata, salimos del centro, fue difícil encontrarlos, pero conseguimos un hombre y una mujer, encontré que eran hermosos a pesar de que su vida se esfumaría muy rápido. Sentí tristeza por tener que llevarlos al borde del centro. Al mar donde estaban las sirenas que mi pueblo adoraba porque hacían crecer el borde cada día.

Todo esto te lo cuento hijo mío, para que entiendas el mundo en donde naciste. Cómo la venganza me llevo hasta tu madre y como por amor descubrí la importancia de su tarea. – Papá pero ya me se esa historia, cuéntame mas de mamá- dijo el pequeño niño entre las mantas, era un día frió, escuchar historias de su madre le encantaba. Pero esta noche su padre tenía un semblante triste. – Mm déjame terminar esta parte y te contare más de las aventuras de mamá-

Cuando ya la misión estaba terminada, esperaba a mis amigos cerca del mar, recostado en un árbol. Para mi sorpresa solo apareció uno, Fede, herido e inconsciente. Lo cargaba una mujer de ojos azul profundo. Me causo miedo mirarla, no era humana, tampoco elfa, solo podría ser una hechicera. No parecía que Fede pesara demasiado para ella, lo que era algo incongruente. Se paro frente a mi y me dijo – Esta mal herido, pero yo puedo curarlo, si me lo permites- no sabia que hacer, pero sin embargo agarre a Fede y lo acosté en la grama.

 -No me malinterpretes hijo, pero los tres elfos que viajaron conmigo eran mis mejores amigos eran mi familia-.

– ¿Qué paso? ¿Donde están Analis y Carlos?- Le dije sin mirarla a los ojos, supuse que ella me entendería. Mientras revisaba las heridas de Fede, descubrí que eran causadas con magia, una que se practicaba en mi ciudad. – Te vas a quedar ahí parada, dijiste que me ayudarías- ella se acerco y comenzó a tocar las heridas de mi amigo, mientras cantaba en un idioma que yo no conocía, pero era muy tranquilizador. Cuando termino dijo con una vos muy cansada, no me había percatado, pero ella también estaba herida. – Tus otros amigos están muertos, tu gente lo hizo- dijo mientras se sentaba y observaba sus heridas –Eres una terrible mentirosa, una sirena hechicera supongo, no lograras hacer efecto en mi. Los elfos de la ciudadela, les dejan ofrendas cerca del mar, es el pacto, ¿qué ha hecho que lo incumplan?- ella se rio, una risa que me hacia sentir feliz, no sabia porque, supongo que era su magia. – Debo irme, tu gente me cazara y me matara, por si no te has dado cuenta, mientras tú te refugiabas en un árbol, mi gente se alejo más de tu ciudadela, ahora será mas difícil para mi regresar – quien dijo que te dejaría regresar- de repente me miro, siempre había evadido su mirada pero esta vez me fue imposible. En ella vi el mar y la historia de nuestros pueblos. Entendí la verdad, los elfos habían criado a las sirenas para que construyeran la ciudadela, ahora eran esclavas, y para obligarlas a salir, le ofrecían humanos. A través de sus ojos, vi la matanza que se había generado entre los tres pueblos. Y cuando todo termino vi el reflejo de mis ojos, lleno de venganza y odio. Mis amigos habían muerto por una falsa, yo me había creído toda mi vida esa falsa, e incluso la había llevado a cabo, mientras que otros eran los que tenían las riendas de nuestra vida.

-Papá no te pongas triste, yo se que por eso volviste y trataste de convencerlos a todos, pero nadie te creyó. Y siempre ibas ha hablar con mamá, por eso te enamoraste de ella- su hijo lo miraba con ternura, había dejado una vida, un mundo de sombras y aunque había perdido a los que amaba y no había logrado hacer justicia, no se arrepentía de haber roto con su familia y sus tradiciones por amor. Ahí estaba el fruto de su huida, con esos ojos azules que le recordaban a el mar y a su amada.

Marialy

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