La soledad de los días de juicio, todo aquel que se
condena así mismo sufre la gravedad de entrar en un estado de encierro influido
por él mismo. Como cualquier víctima que se flagela y culpa ¡hasta a las
montañas! de sus desvelos, aún sabiendo que no son más que delirios de su
mente. ¿Qué hace que los veamos cómo destructores? La mente vacía de realidad y
llena de información. Encontré personas que dijeron que la inmadurez era
terrible y que todo aquel que en una edad mayor se viera en tales aprietos no
era más que un ser oprimido. Pero la verdad es lo contrario, podrá haber
cometido pecado alguno al hacer de su vida un sentido de ignorancia e inmadurez.
Pero para aquel que se juzga así mismo, es su héroe en persona. Fue capaz de
librar la batalla contra los sentidos y salir victorioso, al probar las locuras
recurrentes de la que condenado se juzga. Debemos recordar que esos estados
terribles para la persona en soledad puede llevarlo a un quiebre y someterlo a
su propia destrucción, o hará que su mente pierda el camino y se ahogue,
cometiendo repetitivamente el mismo error, siendo para él su más alta
satisfacción.
- Maestro ¿como podemos entonces ayudar a esas personas?,
tanto al que se flagela el mismo, como al que es inmaduro y comete error
creyendo que vive así lo que el otro reprime.
- mmm puede y no puede ayudarse.
- Pero siempre se puede dar una mano amiga. Usted me lo
dijo un día mientras caminaba y vimos a un hombre rogar por sacar a su hijo de
un carro volteado.
- Eso es muy diferente hijo mío, aquel hombre necesitaba
una ayuda física, era un problema que se presentaba a simple vista, no un daño
de la mente.
- Pero los dos son gritos de ayuda y no dudo que también
sean difíciles de arreglar. Ese hombre que rogaba también tenía un problema en
sus emociones y aun así ayudamos a que se sintiera mejor.
- He ahí tú respuesta muchacho, el señor rogaba por ayuda.
El que se flagela en cambio ruega por ser castigado, pero al mismo tiempo tiene
miedo de que eso ocurra. Prefiere que no sea de esa manera pero no hace nada
para enmendar el error, sigue cometiéndolo y sigue castigándose como la rueda
del samsara.
- Entonces hay que hacerle saber que necesita ayuda.
- Es un acto de lo más difícil, porque eso no se escapa
de su conocimiento, el sabe que la necesita, más no la quiere.
- Entonces ¿cómo hacer para ayudarlo?
- Hay que cambiar su realidad y hacer que él mismo se
ayude o pida ayuda.
- ¿Cómo cambiamos su realidad?
- No podemos, nosotros vamos de paso. Para hacer algo así
debemos averiguar ¿qué hábito comete?, ¿qué hace que lo vuelve toxico? y eliminárselo
de golpe, terminará noqueado, hará berrinches pero tendrá que adaptarse al
cambio.
- Hace tiempo me dijiste que no compartiera mi tiempo con
personas tóxicas porque son corrosivas.
- Lo son si, y también son un vistazo de su flagelación.
Querer condenar a otros para sentirse bien porque lo que hacen no los ayuda a
superarse.
Marialy
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por comentar. Por favor si tengo mala redacción o horrores ortográficos, les agradecería que me los hicieran saber. Mientras nos tratemos con respeto, sera bienvenido. Nos leemos. Marialy.